32.
En la espera
el pulso late apresurado.
La calma gana la distancia
y los sentidos.
33.
La indiferencia cubre los vacíos.
No percibo otras distancias
ni animo otros silencios.
34.
Triste soledad que me penetra.
Me despojo de un silencio austero,
de un perfume blando.
35.
Cierro los ojos.
Los espacios se diluyen.
Un aroma a tiempo progresa en el olfato.
Mi cuerpo flota en el cosquilleo de la duda.
36.
¿Por qué –pregunto-
hay un silencio tan austero
que transparenta la nada?